lunes, 20 de octubre de 2008

La vida.

La vida es una colina. Hay que subir o quedarse. Solo los fuertes logran llegar a la cima, hay veces que nos caemos y rodamos, bajamos unos metros y volvemos a subir, hay veces que nos paramos un rato, tomamos aire, miramos y disfrutamos el hermoso paisaje que nos ofrece la montaña, y volvemos. Pero por más lindo o feo que sea el camino, no deja de ser una cornisa y no deja de tener una inclinación que debemos subir tarde o temprano...
El problema surge cuando nos quedamos mucho tiempo observando sin dar un paso adelante, o cuando cae la noche y no buscamos un refugio, ya que cualquier tormenta nos puede tirar varios metros para atrás, una vez más...


Si estás subiendo una montaña y se viene una tormenta, vos sabés que siempre que llovió, paró ... pero posiblemente la pases mejor si buscás una cueva, rápido, para resguardarte, pero no te preguntes: "¿por qué llueve?", decite: "solo llueve" y me tengo que cubrir, o mojar, si me mojo voy a tardar mas en secarme, pero tarde o temprano me voy a secar...