miércoles, 25 de junio de 2008

ROCK NACIONAL.

Capítulo final: Donde vas a parar hoy (1994-2008)

La película "Tango Feroz" consiguió un éxito arrollador en 1994. De su mano llegó una revalorización del viejo Rock Nacional. En las radios sonaban temas como "El oso" o "Presente", y Tanguito y Moris, entre otros, fueron conocidos por primera vez por los más jóvenes.
Mientras tanto, aparecían Los Cafres con su reggae, y Malón y ANIMAL con el rock duro. En mayo se organizó un recital en recuerdo de Bulacio, con la actuación de las crecientes La Renga, Los Caballeros de la Quema y Los Piojos. Estos últimos se consagrarían en 1996 con cinco recitales en Obras. Ese mismo año llegaba Viejas Locas, una nueva muestra de rock stone. En 1997 debutaba con una placa Catupecu Machu, de la mano del "hardcore funky", con influencias de Sumo, Spinetta y Soda. Turf ponía un pie en la escena con "Una pila de vida". Años más tarde llegarían sus primeros hits, como "Loco un poco".


El 20 de septiembre de 1997 Soda Stereo dio el adiós en River. Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti encararon desde entonces proyectos individuales, creando música y produciendo a nuevos grupos y solistas.


Soda Estereo









En abril del 2000 Los Redondos llenaron dos veces el estadio de River. Y en diciembre el retorno de Sui Generis colmó el estadio de Boca.



Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota




Ya en el siglo XXI, en el Rock Nacional la variedad de estilos sigue en pie, y hay público para todos. Los Piojos, La Renga, Bersuit y Divididos se encuentran en la cima de la masividad. Los Babasónicos introducen su cuidada estética y estilo moderno en sus cada vez más multitudinarias presentaciones. Los clásicos como Charly García, Spinetta, Pappo y Fito Páez entregan cada tanto muestras de su talento. Andrés Calamaro no para de crear, y su hermano Javier aporta lecciones de rock gitano. Las damas del rock, como Celeste Carballo, Fabiana Cantilo e Hilda Lizarazu, siguen conquistando con su voz.
Últimamente, el desmembramiento de las grandes bandas es una constante: Por ejemplo, Sergio Rotman y Vicentico dejaron los Cadillacs (el primero formó Cienfuegos y luego Mimi Maura), Skay Belinson se separó de Los Redondos para grabar sus propios discos y Bahiano ya no es la voz de los Pericos.
Los más nuevos se abren camino y avanzan en búsqueda de una renovación musical, como Leo García, Dancing Mood o Miranda!. Arbol se atreve a fusionar distintos estilos, y Carajo apuesta al punk rock. Otros intentan por senderos rockeros más clásicos, como Mancha de Rolando, Intoxicados, Callejeros, Los Tipitos, Estelares o El Abuelo.
Pasaron 41 años de "La balsa". De aquellos primeros recitales casi ocultos en bares o sótanos, llegamos a una etapa en la que el Rock Nacional mueve multitudes. La música que invita al pogo, al baile o a la reflexión está más viva que nunca. Y seguirá así mientras haya gente con talento que tenga algunas cosas que decir.

miércoles, 18 de junio de 2008

ROCK NACIONAL.

Capítulo 4: De música ligera (1988-1994)

La disolución de Sumo tras la muerte de su líder derivó en la formación de dos grandes bandas: Divididos, formada por Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Federico Gil Solá, y Las Pelotas, integrada por Germán Daffunchio, Alejandro Sokol, Tomás Sussman, Marcelo Fink y Alberto "Superman" Troglio. Desde sus primeros conciertos crecerían en cantidad de seguidores y nivel musical. Divididos incorporó aires folclóricos a su música, consolidando una ola de apertura musical de los rockeros. Como antes lo hiciera León Gieco, desde entonces muchos se animarían a asomarse a la zamba, chacarera, vidala y hasta avanzarían sobre el tango.



La década del 90 se abrió con el éxito de nuevos grupos que pasaron a jugar en "las grandes ligas" del rock luego de mucho trajinar por el under. Attaque 77 colmó Obras con su punk. En la misma onda siguieron los 2 Minutos, oriundos de Valentín Alsina. Con un mensaje simple y directo, el llamado "rock chabón" de las bandas suburbanas tuvo sus primeras manifestaciones. La Renga editó un casete llamado "Esquivando charcos", que ponían en venta a la salida de los recitales. El grupo aún hoy lucha por mantener el modelo de autogestión que los llevó al éxito, aunque debieron ceder parte de la comercialización de sus placas.


← Luca Prodan, líder de Sumo



Por otro lado, Los Brujos renovaron el panorama con su "beatcore", los shows llenos de energía y un vestuario insólito. Después de tres discos se separaron, pero dejaron la puerta abierta para la escena alternativa, por donde luego ingresaron otras expresiones como la poesía de El Otro Yo o el glamour tecno-rock de Babasónicos.
El rap también logró buena repercusión. El dúo Illia Kuryaki and The Valderramas, formado por Emanuel Horvilleur y Dante, uno de los hijos de Luis Alberto Spinetta, debutó en 1991 con "Fabrico cuero". Y las chicas de Actitud María Marta atacaron con sus letras ácidas y potentes.
Los ritmos fiesteros y las letras divertidas se instalaron de una vez y para siempre con la multitudinaria banda Los Auténticos Decadentes, con hits como "Vení Raquel" y "Entregá el marrón". Estas canciones, ideales para las fiestas, serían tomadas como ejemplo por grupos posteriores como Kapanga o La Mosca. Bersuit Vergarabat, un poco más comprometida políticamente pero también adicta a la alegría musical, editaba su primera placa en 1992.
Los Piojos, surgidos en Palomar, aparecieron con sus influencias stone y del folclore rioplatense. La banda de Andrés Ciro fue señalada por los mismísimos Redondos como la revelación del Rock Nacional a mediados de los '90.
¿En qué andaban los "mayores"? En 1991 Soda Stereo llenó catorce Gran Rex y convocó 250 mil personas en un recital en la avenida 9 de Julio. Spinetta logró uno de los mejores temas de ese año con "Seguir viviendo sin tu amor". Y lo más lamentable de la historia reciente: Los Redondos y toda la familia ricotera sufrieron el asesinato de Walter Bulacio a la salida de un recital en Obras.
En 1992 Serú Girán volvió a reunirse para un disco y dos recitales en River, donde juntaron 120 mil personas. Y Fito Páez batió el record de ventas para un disco de Rock Nacional: más de 200 mil personas llevaron a sus casas "El amor después del amor".


sábado, 14 de junio de 2008

ROCK NACIONAL.

Capítulo 3: Vamos las bandas (1982-1988)


El fracaso en Malvinas marcó el comienzo del fin para la dictadura militar, con su consecuente apertura política e ideológica. El Rock Nacional, ya instalado, comenzó a crecer en cantidad y calidad de bandas. Los nuevos se sumaban a los clásicos, y el panorama se amplió. El 30 de octubre de 1983 los argentinos volvían a las urnas, con fondo musical rockero.

De Rosario llegó Juan Carlos Baglietto con su aire trovador. En su banda estaban nada menos que Fito Páez, y otros talentos como Silvina Garré y Rubén Goldín. Los Twist, liderados por Pipo Cipollatti, fueron los iniciadores de una corriente musical fresca, divertida, con letras bailables simples y alejadas de la canción contestataria de años atrás. Las chicas de Viuda e Hijas de Roque Enroll siguieron ese camino. Miguel Abuelo volvió al país y rearmó Los Abuelos de la Nada, esta vez con Andrés Calamaro, Daniel Melingo, Cachorro López, Polo Corbella y Gustavo Bazterrica. Todos componían y cantaban en esa banda que se aprovechaba del pop, funk y reggae. La onda pop se insertaba con éxito, con Miguel Mateos como uno de los líderes de un estilo en principio muy criticado por los rockeros, pero luego aceptado.
El under tenía dos referentes importantes que con el tiempo llegaron a la cima: Sumo y Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota. Luca Prodan y el Indio Solari lideraban estas bandas que alcanzaron estatura de mito. Sus seguidores se definían como "gente del palo", y criticaban la ideología "comercial" de los grupos masivos.
Uno de los grupos más importantes del Rock Nacional grabó su primer disco en 1983. Definidos peyorativamente como "modernosos", los Soda Stereo dieron ese año su primer paso hacia el éxito. Comenzando con pop-rock para luego experimentar con otros sonidos e influencias, destrozarían las críticas y crecerían en popularidad disco tras disco.
En el año 1984 nació el éxito para GIT, un trío formado por Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth, que integraban la banda de Charly García. Con letras de amor en ritmo de rock, y apoyados en el característico sonido de la batería de Iturri, GIT fue el primer grupo argentino en editar un disco en Estados Unidos.
Ricardo Iorio creó V8, banda metal que duraría tres años. Luego formaría Hermética y Almafuerte y se convertiría en un ídolo de los amantes del rock pesado. Los Violadores surgieron con el punk y fueron uno de los grupos que más sufrió la represión en la primera mitad de los '80.
Sin dudas, 1985 fue un año de grandes discos: "Gulp!", de Los Redonditos, "Divididos por la felicidad", de Sumo, "Locura", de Virus, "Giros", de Fito Páez, "En el Opera", de Los Abuelos de la Nada y "Nada personal", de Soda Stereo. Miguel Mateos se presentó con Zas en el teatro Coliseo y grabó en vivo "Rockas vivas", el disco más vendido en la historia del Rock Nacional hasta 1992.
Un año más tarde editaron su primer disco nuevas bandas de estilos diferentes. Los Ratones Paranoicos mostraron su rock and roll clásico en una época moderna y pop, mientras que Los Fabulosos Cadillacs atacaron con el ska, al mejor estilo Madness. Con el tiempo, la banda de Vicentico incorporaría ritmos latinos, salseros y afros. Gustavo Cerati, además de Soda, integraba Fricción, una banda formada con su amigo Richard Coleman. Duraron dos años y editaron dos placas.
En 1987 explotaría el mercado del reggae cantado en inglés por bandas nacionales, espacio que Sumo ya venía frecuentando. El primer éxito comercial lo lograría La Zimbabwe Reggae Band, con su "Natty dread". Luego, Los Pericos venderían 180 mil discos de su "Ritual de la Banana".
La variedad musical de la década no puede quedar completa sin mencionar la fusión de cumbia, rock duro, tango y folclore lograda por Palo Pandolfo en Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes. Tampoco hay que olvidar el vuelo poético y el ritmo de muchas creaciones de Man Ray, la banda de Hilda Lizarazu, o el blues de la Mississippi y Memphis. Ni el suceso de Rata Blanca, primera banda heavy de éxito masivo, o la conjunción de trash, reggae e ideología punk de Todos Tus Muertos.
El estadio de Obras Sanitarias se convirtió en el templo donde las bandas de rock debían tocar para alcanzar la consagración. Varios lograron este privilegio, dejando en el recuerdo las épocas de pequeños escenarios, censura y represión.
A fines de la década murieron tres personajes que fueron clave en la consolidación del Rock Nacional: Luca Prodan (diciembre de 1987), Miguel Abuelo (marzo de 1988) y Federico Moura (diciembre de 1988).












Los abuelos de la nada

jueves, 5 de junio de 2008

ROCK NACIONAL.

Capítulo 2: Había una vez un país al revés(1976-1982)

El 24 de marzo de 1976 un Golpe de Estado dio inicio al período más oscuro y sangriento de la historia argentina. Los músicos de rock, considerados "subversivos", sufrieron los embates de la dictadura militar. Muchos se vieron obligados a irse del país. Otros buscaron resistir e insistir con su arte. Ser joven era ser "sospechoso", estar asociado a "cosas raras". Para muestra basta un botón: en noviembre de 1977, el almirante Emilio Massera dio un discurso en la Universidad del Salvador, e instó a no seguir el ejemplo de los jóvenes "que se inician en el rock y derivan en la guerrilla". Eran tiempos de la película "Fiebre de sábado por la noche", la música disco, el baile que sustituía al canto, y el inglés que reemplazaba al castellano.

Escuchar rock o asistir a los pocos recitales que se hacían era un símbolo de resistencia. Para los jóvenes, la música era casi una excusa para forjar su identidad, su grupo de pertenencia. León Gieco, rockero con raíces folclóricas, fue un baluarte importante en este período. Sus canciones eran censuradas por los grandes medios, pero no podían evitar que el público siguiera sus presentaciones.

El genio de Charly García hizo un aporte fundamental, acompañado por excelentes músicos. Con David Lebón, Pedro Aznar yOscar Moro formó Serú Girán, banda que muchos definieron como "Los Beatles argentinos". Sus letras lograron gambetear la censura del terrorismo de Estado. Con sutileza, energía e ingenio, las canciones de Serú se convirtieron en himnos para la juventud. Grabaron su primer disco en mayo de 1978, a pocos días de comenzar la euforia por el Mundial de Fútbol.

Algunos clásicos intentaron la vuelta, como Manal, Almendra, Moris y Miguel Cantilo. Pappo fundó el grupo Riff, con un perfil de rock más pesado que Pappo's Blues, su anterior banda. En La Plata nacía Virus, una expresión new wave de los hermanos Federico y Marcelo Moura. El rock andino tenía sus representantes en Los Jaivas, Ollantay yTantu Kay. En Mendoza debutaban Los Enanitos Verdes. Otros protagonistas de esos años que pisaban los '80 eran Spinetta Jade, Suéter, Dulces 16, Ariel Prat y su Banda Elástica, Rubén Rada, Alejandro del Prado y Solopororó, liderado por Alejandro Lerner. Había música para todos los gustos en los circuitos de bares y recitales, pero las radios le daban la espalda. Hasta que una locura militar le abrió una puerta inesperada al Rock Nacional.

La Guerra de Malvinas de 1982 trajo consigo la prohibición de pasar música anglosajona por las radios. Los programadores recurrieron entonces a las grabaciones de artistas argentinos. Fue el empujón clave para que el gran público conociera a todas esas expresiones jóvenes que en su momento marginaban.

El 16 de mayo de 1982 se organizó en Obras Sanitarias el Festival de la Solidaridad Latinoamericana,

para juntar ropa y alimentos para los soldados que combatían en Malvinas. Más de 60 mil personas estuvieron en el estadio, y muchos más siguieron las transmisión en vivo del concierto de Gieco, Spinetta, Mestre, Rada, García y Lebón (estos dos últimos ya habían desarmado Serú Girán en marzo), entre otros. La era de la masividad había llegado.








Serú Girán en 1979